Las campanas de la Iglesia han comenzado a redoblar bien temprano, en torno a las 10:30h. San Pelayo ha salido del templo en unas andas llenas de flores, precedido de la pendoneta, la cruz y los farolillos y seguido por muchos fieles que cantaban el Santo Rosario. Por la sombra, aunque con algunas moscas, la procesión avanzaba hacia la ermita, ubicada a un kilómetro y medio del pueblo, aproximadamente.

La misa se ha desarrollado al fresco en el interior del edificio, y aquellos que quedaron fuera, buscaban la sombra para resguardarse de los 30 ºC que ha habido en la jornada de hoy. Al finalizar la liturgia, nos hemos dirigido al escampado situado al otro lado del valle, donde esperaba el queso, la cecina, el chorizo, salchichón o el jamón, procedentes de Embutidos Gutiérrez, de Carbajal de Rueda. Tampoco faltaron las sardinas, la bebida y un rico café. Con el estómago lleno, cada uno ha reguesado al pueblo como ha podido, buscando de nuevo la sombra en el camino.

Preparación

Durante toda la tarde del pasado domingo, varios vecinos y vecinas de todas las edades estuvieron organizando los preparativos para esta festividad. Algunos recogiendo flores en cestos, varios desbrozando el camino de hierba y espinos, otros limpiando la ermita y preparando las andas para el santo. Como novedad, este año se colocaron en el interior de la ermita unas velas que la dan un toque muy especial.

Si te interesa saber más sobre la ermita de San Pelayo o ver imágenes de otros años haz clic aquí.