Este domingo, Laura y Luis Fernando celebraron con todo Modino sus 25 años de casados. En primer lugar, se conmemoró el día de su boda en la Iglesia, con una emotiva ceremonia que incluyó dos canciones de saxofón interpretadas por su hijo Diego. ¡A todos los asistentes nos encantaron! Seguro que a sus padres también.

Al finalizar la reunión religiosa, ambos leyeron un bonito texto que os dejamos a continuación para que lo disfrutéis tanto como nosotros:

"Queremos que sepáis que nos hace mucha ilusión celebrar este momento con todos vosotros, ya que, aunque hay días que son especiales por sí solos, compartirlos con las personas que quieres, los convierte en algo inolvidable.

Después de 25 años, podemos decir que lo que comenzó como una locura, se ha convertido en lo mejor de nuestras vidas y lo vemos todos los días reflejado en nuestros hijos, Paula y Diego. Nos han dado muchos momentos de alegría y felicidad y también, como no podía ser de otra manera, disgustos y preocupaciones; pero sin ninguna duda son el regalo más grande que la vida nos ha dado.

El matrimonio es una aventura, y como tal, cuando comienza nunca sabes lo que te espera. Hay momentos buenos y felices, pero también situaciones difíciles y complicadas, que no siempre sabes como afrontar y superar. Es sobre todo en estos momentos cuando nuestras familias han estado ahí y por ello queremos darles GRACIAS INFINITAS, ya que sin ellos seguro que habríamos flaqueado en muchas ocasiones.

Gracias por ser nuestro refugio y por brindarnos siempre vuestro apoyo incondicional. Como compensación, prometemos celebrar con vosotros todos nuestros momentos de felicidad, alegría y éxito.

Para finalizar, queremos daros las gracias a todos por habernos acompañado en estos años, y pediros que sigáis haciéndolo en el futuro para llegar, por lo menos, a celebrar otros 25 años más.

Y aunque sabemos que no necesitáis ningún motivo para celebrar una fiesta siempre es bueno tener una excusa y nos ha parecido la ocasión perfecta. Estáis todos invitados a un vino en el huerto de Gabriel. Muchas Gracias"

Después de lanzar el arroz a la salida del templo, nos dirigimos al huerto de Gabriel para tomar el vino al que nos invitaron. Varias bandejas de embutido, tortilla y pinchos nos esperaban. La fiesta se extendió a lo largo de toda la tarde con música y karaoke. El "vino" inicial se convirtió en merienda y casi en cena. ¡Hasta las diez de la noche no fueron capaces de echarnos! Menos mal que el huerto no se alquilaba por horas...

Esto no significa otra cosa que lo estábamos pasando tan bien que perdimos la noción del tiempo. Lo mejor de todo es que lo hicimos todos juntos, como estamos acostumbrados a hacer. De hecho, en la ceremonia, el sacerdote resaltó la grandeza de Modino para juntarnos en este tipo de eventos. ¡Que así sea muchos años más! ¡Y que vivan los novios!